El abuso sexual no es sólo sinónimo de violación; se trata de cualquier tipo de interacción de carácter sexual entre un infante y una persona con la que se mantiene una relación de desigualdad con respecto a la edad, poder o madurez y en la que el mayor busca satisfacerse sexualmente. El abuso no siempre implica contacto físico y puede darse de distintas maneras, por ejemplo: exhibicionismo de genitales, acoso, presenciar actos sexuales (de manera visual o auditiva), bullying sexual, pornografía o ser testigo del abuso a otros.
La falta de una Educación Sexual integral en las familias y escuelas convierte a niñas y niños en seres vulnerables frente al problema. Por otra parte, el ambiente familiar es determinante. La falta de comunicación entre padres e hijos, educación autoritaria, baja autoestima y carencias afectivas hacen que los niños sean más propensos a sufrir una agresión de carácter sexual; pues ante estas condiciones el agresor encuentra la situación idónea para cometer abuso, ya que resulta más sencillo ganarse el cariño y la confianza del infante necesitado de afecto.
Dificultad para caminar o sentarse.
Dolor, hinchazón o picazón en la zona genital.
Contusiones, laceraciones o sangrado de los genitales externos, la vagina o el área anal.
Golpes, lastimaduras o alguna otra evidencia de maltrato físico.
Trastornos de sueño. Duerme más de lo común, o muestra dificultad para dormir.
Conductas Regresivas: Defecar u orinar fuera del baño en distintos momentos del día, cuando ya había aprendido a controlarlo. Dejar de hablar, o hablar como si tuviera menos edad.
Miedos repentinos: a los padres, a volver a casa, a las vacaciones, a un examen médico. Se niega a ir a lugares a los que antes acudía con gusto.
Miedos repentinos: a los padres, a volver a casa, a las vacaciones, a un examen médico. Se niega a ir a lugares a los que antes acudía con gusto.
Fugas del hogar.
Disminución del rendimiento académico.
Expresiones o comportamientos sexuales avanzados para su edad, en dibujos o juegos.
Las consecuencias del ASI son muy variadas porque afectan distintos aspectos del entorno personal y social, y su vez, dependen de las circunstancias de cada caso, por ejemplo: la forma en la que se dio el abuso, la frecuencia, si hubo violencia, si hubo contacto físico, si el abusado pidió ayuda y el tipo de atención que recibió. A continuación se enumeran algunas de las más comunes:
Trastornos de sueño
Dificultad para entablar relaciones afectivas y sexuales
Relaciones familiares fracturadas y violentas
Cambios drásticos de conducta
Consumo de drogas y alcohol
Conflictos con la pareja
Vulnerabilidad al bullyng escolar
Depresión
Deserción escolar y ausentismo laboral.
Problemas de identidad sexual
Trastornos alimenticios
Intentos de suicidio
La persona que abusa sexualmente de una niño o niño es generalmente un extraño
Siempre que una niña/o es víctima de ASI presenta señales de trauma físico (moretones, sangre, etc.)
Sólo las niñas son vulnerables al abuso sexual.
La persona que agrede o abusa sexualmente de un infante, es un enfermo mental.
Un abuso sexual sufrido en la infancia jamás podrá ser superado.
Según estadísticas se confirma que la mayoría de abusadores son familiares o personas cercanas y de confianza.
Un alto porcentaje de niños y niñas que viven abuso sexual, no fueron víctimas de violencia física.
Los niños también son víctimas de abuso sexual
Generalmente el agresor es un adolescente o adulto funcional y en aparente buen estado de salud.
Con un tratamiento especializado, un alto porcentaje será superado.
1 de 4 niñas es abusada sexualmente antes de los 18 años.
El ASI sucede en todas las clases sociales.
El ASI es considerado una de las 5 experiencias más traumáticas
que una persona puede vivir aparte de una guerra, campo de concentración, secuestro y desastre natural.
1 de 6 niños es abusado sexualmente antes de los 18 años.
1 de cada 10 niñas y niños lo habla.
En América Latina cada minuto 4 menores sufren algún tipo de Abuso Sexual y al menos 3 de ellos son niñas.
México es el productor número 1 en producción de pornografía infantil.
1 de cada 10 sitios web en el mundo tienen contenido sexual.
1 de cada 5 niñas y niños se exponen a solicitudes sexuales en Internet.
Actualmente 9 de cada 10 adolescentes acceden a una Red Social.
El desconocimiento es el principal aliado del abuso
Que ellos sepan que pueden confiar en ti y contarte todo lo que les pasa
Un niño seguro de sí mismo sabrá pedir ayuda en caso de necesitarla
Aunque sean de toda tu confianza
Explícales que son dueños de su cuerpo y que no deben de permitir ningún tipo de caricia que los haga sentir incómodos
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